SACA Una aventura sin final feliz

El final de la Guerra Civil deja una España desolada. La situación social y económica es desastrosa. La escasez de trabajo impulsa a las familias a buscar trabajo en la agricultura, que ocupa a más del 50 % de la población activa, mientras la hambruna hace mella en las capas más empobrecidas de la sociedad. La campiña andaluza, la zona más fértil y con mayor nivel empresarial agrario del país, apenas dispone de equipos para realizar las faenas del campo, por lo que se emplea de manera muy precaria a gran número de obreros para realizar este cometido. La mayor parte de los fabricantes de maquinaria son pequeñas empresas que, de manera artesanal, producen aperos en pequeñas series. Estos implementos cubren la demanda de los agricultores tradicionales, pero no las exigencias de las grandes fincas las cuales disponen de información precisa acerca de los últimos adelantos de la mecanización agraria en países más avanzados.

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En esta situación, un grupo de grandes agricultores – en su mayoría sevillanos – decide crear una empresa para fabricar maquinaria que cubra las necesidades de una agricultura más moderna. Así nace la Sociedad Anónima de Construcciones Industriales (S.A.C.A.), cuya formalización tiene lugar en Diciembre de 1939. Sin embargo, la precariedad de la época provocará graves problemas de financiación y de disponibilidad de material siderúrgico que lastrarán, desde el inicio, tanto la productividad como la cuenta de resultados de la nueva empresa. Esta difícil situación se mantendrá sin solución durante varios años de modo que, en 1944, Ricardo Medem – entonces Presidente de SACA, y más tarde Presidente de la fábrica de tractores LANZ IBÉRICA, S.A. – se dirigirá al INI en varias ocasiones solicitando una urgente intervención que asegure la supervivencia de la empresa. Finalmente, en 1945, la E. N. Elcano adquiere una participación del 15,8% de las acciones de la compañía, y el INI otro 22,2% que, en 1953, ampliará hasta el 77,5%. Ese año, Claudio Boada – más tarde Presidente del INI – es nombrado Director de SACA, incorporando a la empresa un nuevo equipo técnico en el que se encuentra Wilfredo Ricart, el genial diseñador de Pegaso. Desde su nacimiento, SACA se ha dedicado a la producción de aperos, principalmente arados, gradas, cultivadores y abonadoras, aumentando de manera continuada las inversiones, la producción y la plantilla que, en 1953, suma ya 426 empleados.

 

En Febrero de 1957, un decreto ley declara a SACA “industria de interés nacional”, lo que permite a la empresa disponer de importantes ventajas fiscales. Al amparo de esta disposición SACA decide ampliar su línea de productos y adquiere una licencia de fabricación de cosechadoras mediante un acuerdo con la firma alemana Maschinenfabrik Fahr. La producción de estas máquinas se iniciará un año más tarde en las instalaciones de Sevilla. Durante 9 años, SACA fabricará más de 1.500 cosechadoras autopropulsadas del modelo Fahr MDL 1, que se ofrecerán en el mercado español bajo la marca SACA-FAHR.

Con objeto de extender su gama de productos, SACA establece contactos con diversos fabricantes de tractores hasta que, en 1959, llega a un acuerdo con Internacional Harvester (IH) para la fabricación y comercialización de los modelos B-275 y B-450, ya en producción en varias factorías de la multinacional. En el contrato se contempla el apoyo técnico de IH a SACA para la producción de los tractores, pero no se incluye ninguna cláusula de exclusividad para la comercialización de los productos IH en España. Por ello, IH mantendrá los contratos establecidos con sus representantes en España – “Múgica, Arellano y Cía.”, de Pamplona, y “Compañía Internacional de Máquinas Agrícolas”, de Madrid – y continuará importando tractores de la marca que, a menudo, competirán en condiciones ventajosas con sus hermanos sevillanos. El acuerdo, contemplado con la superioridad que da el tiempo, no resultó un acierto para SACA. La fabricación local nunca superó el 40% de las piezas, por lo que el coste de los componentes sumado al montaje resultó en todo momento excesivamente gravoso, deteriorando la competitividad de los tractores y la debilitada economía de la empresa.

En 1959, Internacional Harvester es una compañía multinacional que cuenta con factorías de automóviles, camiones y maquinaria agrícola en varios continentes. Sus orígenes se remontan a 1931 cuando el norteamericano Cyrus H. McCormick inventa una segadora de mies y crea la Compañía McCormick de Máquinas de Recolección para promocionar la fabricación y venta de estos equipos. A lo largo del siglo XIX, la empresa desarrolla un buen número de máquinas de modo que, en 1871, produce ya más de 10.000 unidades al año. En 1902, varias firmas de maquinaria, entre ellas McCormick y Deering, deciden unir sus activos formando una nueva empresa: la Internacional Harvester Company que, ya en sus comienzos, suma más de 25.000 empleados. En 1906, la nueva compañía decide introducirse en el mercado de tractores donde comercializará su producción con diversas marcas, algunas de ellas muy populares:

– Titan (1910-1924) – Farmall (1924-1973)
– Mogul (1911-1924 – McCormick (1947-1958)
– McCormick-Deering (1923-1947) – Internacional (1902-1985)

En Europa, destacan las fábricas de tractores que la compañía tiene en Francia, Alemania e Inglaterra. De este último país proceden los componentes que montarán los tractores SACA. En 1985, los agricultores americanos atraviesan momentos difíciles, y también IH, por lo que la empresa decide vender la División Agrícola a J. I. Case, más tarde Case Corp. A partir de entonces, los tractores pasarán a denominarse Case IH. Finalmente, en 1999, Fiat adquiere Case Corp cuyos activos – a excepción de varias factorías y marcas, como McCormick, segregadas por mandato de la Comisión Antimonopolio – se sumarán a los de New Holland, para operar bajo el amparo de la compañía CNH.

El primer tractor SACA que incorpora piezas de fabricación nacional – principalmente el equipo eléctrico, motor de arranque, elementos de chapa, neumáticos y contrapesos – será el modelo S-432, que se introduce en el mercado en 1960. Se trata de un tractor de 35 CV, muy ágil y robusto, basado en el modelo Internacional Harvester B-275, fabricado en Bradford–Inglaterra, e introducido en el mercado tan sólo dos años antes, por lo que incluye destacados avances técnicos. Está dotado de un motor diesel IH de 4 cilindros, inyección indirecta y 35 CV de potencia , eje delantero telescópico, transmisión con reductora mecánica de 8 marchas de avance y 2 de retroceso, doble embrague, frenos independientes de disco y blocaje del diferencial. Poco tiempo después de la presentación del tractor, se añade una versión sobre-elevada de 55 cm. de despeje para cubrir las necesidades de aquellos agricultores que precisan realizar labores pasando por encima de los cultivos. Los tractores SACA S-432 tuvieron una gran aceptación entre los agricultores españoles por sus adecuadas medidas y capacidad de trabajo.

En 1961, SACA inicia la fabricación del tractor S-455, equivalente al modelo Internacional McCormick Farmall B-450 fabricado en Doncaster-Inglaterra. El tractor inglés, presentado al mercado en 1958, era una actualización del modelo International McCormick BWD 6 y disponía de una gran capacidad de tracción, ya que había sido diseñado para trabajar con arados de 4 vertederas. El modelo SACA S-455 montaba un motor IH diesel de 4 cilindros e inyección indirecta, entregando 55 CV de potencia. Estaba dotado de una transmisión de 5 marchas de avance y 1 de retroceso, y frenos de disco. La primera versión introducida incorporaba un eje delantero con ruedas acopladas, tipo triciclo, del que se fabricaron y vendieron muy pocas unidades. Prontamente, SACA inició la fabricación del modelo S-455 estándar que relegó definitivamente la producción de la versión triciclo. El número de tractores vendidos del modelo S-455 resultó muy inferior al esperado debido a su alto coste de fabricación. Así, en 1966, año en el que se comercializaron las últimas unidades, el precio del tractor SACA S-455 era de 284.746 Ptas, mientras su hermano inglés, el modelo importado Farmall B-450, se ofertaba por 275.804 Ptas. Con objeto de disminuir la dependencia de IH, y de reducir los costes de fabricación, SACA intentó incorporar componentes locales, lo que no consiguió debido – entre otros factores – al bajo número de unidades fabricadas. Ejemplo de ello fue el intento por parte de SACA de incorporar un motor de fabricación nacional al tractor. Aprovechando su relación dentro del INI, a principios de los años 60, Pegaso y SACA estudiaron la posibilidad de montar al tractor SACA S-455 el motor Pegaso 9020, una variante de 4 cilindros de los motores que montaban algunos camiones del grupo. Una opción que, finalmente, fue desechada.

En 1963, la fabricación anual de tractores SACA se aproxima a las 900 unidades, pero esta cifra no permite reducir las continuas pérdidas que la sociedad acumula. Por ello, cuando Internacional Harvester muestra al gobierno su interés por crear una empresa para fabricar aperos y tractores, SACA y el INI ven una oportunidad para dar salida a la desesperada situación económica de la factoría. La compañía SACA, aunque produce tractores, cosechadoras y una variada gama de aperos, tiene grandes dificultades para competir en el mercado y, además, cuenta con una plantilla de más de 800 empleados. Por ello, el INI y SACA establecen un plan que consiste en traspasar los activos de SACA a una nueva sociedad denominada Internacional Harvester España, S.A. en la que participarán con distinto capital la propia Internacional Harvester, SACA y algunos de los importadores de la multinacional en España. La nueva empresa fabricará nuevos tractores y aperos, si bien se hará cargo de los activos de SACA, y aprovechará su capacidad de fabricación para mantener temporalmente los ingresos hasta que se construyan las instalaciones y se inicie la fabricación de los nuevos tractores. En síntesis, SACA, hasta el momento en manos del INI, pasaría a ser una sociedad privada, gestionada por Internacional Harvester. A principios de 1964, todas las partes firman un memorando que ratifica el acuerdo, el cual será aprobado unos meses más tarde por el gobierno.

Pero estamos en plena guerra fría, y EE.UU. mantiene un férreo embargo contra Cuba. SACA tiene en ese momento unas excelentes relaciones comerciales con la isla, a la que exporta una gran cantidad de aperos. El gobierno norteamericano conoce esta situación, por lo que niega su autorización a Internacional Harvester para la operación con SACA. Se estudian entonces distintas posibilidades de acuerdo para dar salida al problema, lo que dilata el proceso dos años más. Finalmente, a principios de 1966, se pone en marcha el Plan de Acción que se inicia con un expediente de crisis en SACA al que sigue, según lo pactado, la creación de la sociedad Internacional Harvester España, S.A. Inmediatamente después de su constitución, la empresa inicia un estudio acerca de las actividades a realizar y de la viabilidad del proyecto. Un año más tarde, el equipo que lleva los trabajos presenta sus conclusiones: el proyecto no es viable debido a la fuerte competencia del mercado y a la falta de rentabilidad de una nueva planta. La Junta de Accionistas, ante estas conclusiones, acuerda proceder a la liquidación de la sociedad. Así, en poco más de un año, SACA deja de ser una empresa pública para pasar a ser una empresa privada y, posteriormente, entrar en proceso de liquidación.

La desaparición de SACA fue un suceso rocambolesco, en el que el deseo del INI por desembarazarse de la empresa sumado al interés del gobierno de EE.UU. por afianzar el embargo a Cuba, condujeron a una rápida desaparición de la compañía. La liquidación de la empresa conllevó el despido de la plantilla, un suceso traumático con graves repercusiones sociales en una provincia tan necesitada de tejido industrial como Sevilla. Y, por último, esta decisión afectó también a la economía cubana, ya que las crecientes importaciones de aperos procedentes de SACA cubrían una parte significativa de sus necesidades de maquinaria agrícola. La cancelación radical de este comercio dio lugar a fuertes acusaciones locales contra la injerencia norteamericana y – según algunas informaciones – llegó a provocar una visita del Che Guevara a la capital andaluza para estudiar la posibilidad de continuar con la importación de aperos a través de empresas interpuestas.

Desde su nacimiento, SACA estuvo marcada por continuas dificultades financieras y limitaciones fabriles que, sin embargo, no impidieron a la compañía alcanzar una dilatada producción fabril en la que, además de aperos y cosechadoras, se produjeron cerca de 4.000 tractores cuya fiabilidad y elegancia han sido siempre muy apreciadas por los agricultores.

 

TRACTORES SACA : Fechas más representativas 1939 – 1967
AÑO ASUNTO
1939 Se crea la Compañía Anónima de Construcciones Agrícolas (SACA) para la fabricación de aperos
1945 La E. N. Elcano y el INI adquieren un importante paquete accionarial de SACA
1953 El INI se hace con la mayoría de las acciones de SACA
1957 Acuerdo con la empresa Maschinenfabrik Fahr para la fabricación de cosechadoras
1958 Se inicia la fabricación de cosechadoras de cereales SACA-FAHR
1959 Acuerdo con Internacional Harvester Company (IHC) para la fabricación de tractores
1960 Comienza en Sevilla la fabricación del tractor SACA S-432
1961 Se presenta al mercado el tractor SACA S-455
1965 Finaliza la producción de tractores SACA
1966 Presentación de un expediente de crisis y finalización de la fabricación de aperos en SACA
Constitución de Internacional Harvester España (IHE) que absorberá los activos de SACA
1967 La Junta General de Accionistas de IHE acuerda la liquidación de la empresa

 

 

TRACTORES SACA
CARACTERÍSTICAS S-432 S-455
MOTOR
Marca IH IH
Modelo BD-144 A BD-264
Combustible Diesel Diesel
Potencia máx.     (CV) 35 55
Potencia Hom.     (CV) 30 51
Nº Cilindros 4 4
Cilindrada           (cm3) 2360 4329
Regimen Nominal   (rpm) 1875 1500
Depósito Combustible (L) 39 79
TRANSMISIÓN
Embrague Doble Simple
Marchas Ad/At 8/2 5/1
Reductoram de Marchas Mecánica
Reducciones Finales Simple Interna Simple Interna
Vel. Máx           (km/h) 25 28,3
TDF
Tipo Independiente Continua
Velocidad             (rpm) 540 540
HIDRÁULICO
Cap. Bomba (l/min) 25 29,5
Máx. elevación enganche (kg) 1032 1361
FRENOS
Tipo Discos Discos
Accionamiento Mecánico Mecánico
DIMENSIONES
Longitud                   (mm) 2845 3672
Distancia entre ejes (mm) 1883 2533
Despeje con neumáticos (mm) 416 – Estándar 453 – Estándar
545 – Elevado
Radio de giro-sin frenos (mm) 3353 4165
Peso de embarque         (kg) 2080 2669
PRECIO 1965       (PTA) 174.000 279.000

 

TRACTORES SACA
AÑO S-432 S-455
1960 X  
1961 X X
1962 X X
1963 X X
1964 X X
1965 X X
1966 X X